El sonido más hermoso que he escuchado


« Si estoy equivocada… el domingo sabrá perdonarme »
juin 29, 2008, 4:08
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     Cuando finalmente nos decidimos a pasar la minuta, resulta que los Guarnerius  (http://www.guarnieri.com/violin.htm)  del abuelo y las fotos del tío provocan un “alto obligatorio”. Queríamos hablar de la rutina y ufanarnos sobre lo correcta que resulta nuestra teoría, pero están las antigüedades al lado y francamente lo que digamos se torna estúpido ante dichas imágenes.

 

    Eso es lo que son; imágenes variadas de  un  día que empezó con llamadas excesivas y puntos neuróticos al notar que nuestra hipótesis no está errada: Somos bufones.

 

   Lo que está pasando ahora es un bostezo largo, largo en la tarde  lista para servir platillos… y nosotros… nosotros estamos satisfechos, gracias.

 

     El ayer se resume al famosísimo odio estar en lo correcto y a la vez en una amalgama de sensaciones previas a citas de trabajo; cerrar con broche de oro la noche de un sábado deberá aplaudirse y saber que vivir en la romántica no daña tanto, es aún más promisorio.

 

   Es posible que el camino lo hayamos equivocado, tal vez papá tenía razón cuando hablaba de la búsqueda en ambientes llenos de opulencia y simplicidad; eso era o fue una alternativa que ninguno de los Alter tomamos. Es tal vez por eso mismo que hoy las noches son frías y nadie nos ofrece un vasito de agua en la madrugada, pero tenemos la certeza de una hipótesis… acaso errónea, acaso frágil, acaso y sencillamente acaso…

 

      Llegamos todos y buscamos un lugar dónde acomodarnos. Menos de cinco minutos habían pasado cuando ya se estaba tornando molesto el comentario de “ella es la que…”. Realmente teníamos ganas de divertirnos. Al final lo logramos cuando secuestramos las manitas del DJ y optamos por amenizar la fiesta con la voz de Amy Winehouse, Moby y  sus pretenciosos ritmos y Groove Armada pa’ no sentirnos tan lejos de la esencia.

 

   Ni pedir u ofrecer disculpas; simplemente nos topamos con que sabemos más de lo que desearíamos saber y que mientras la meserita meneaba caderas con Macy Gray, algún lascivo humano al lado pretendía impresionarla,  Jean sonreía para evitar lanzar el primer knock-out.

 

     Libres como avecillas al fin, tomamos rumbo a un sur no tan del sur y expusimos creatividad (acompañados por la ya común custodia). Una fuerte lluvia se soltó y hasta entonces nosotros soltamos la carcajada… la necedad de no ser o parecer es lo que rige cada movimiento abdominal.

 

      En este instante estamos muy cansados y no queremos dormir. A Sher lo saturaron de preguntas respecto a los enigmas de la vida, a la Acrílica le cuestionaron sus dietas y al resto los obligaron a actuar de modos intelectuales, cuando ellos  sólo querían comerse un pambazo. Volma disfrutó los excesos… el alcohol nunca es, ni será sacrílego o irrespetuoso. La de diez buscó y buscó, pero se dio cuenta que en esa casa no tenían una sola mascota. Optó por jugar con las plantas.

 

   En fin… el inicio de Silvio en la canción “El Necio” dice:

Para no hacer de mi cono pedazos
para salvarme entre únicos e impares
para cederme un lugar en su parnaso
para darme un rinconcito en sus altares

Me vienen a convidar a arrepentirme
me vienen a convidar a que no pierda
me vienen a convidar a indefinirme,

Me vienen a convidar tanta mierda…”

Tantritas