El sonido más hermoso que he escuchado


¡Sólo dilo!
août 7, 2007, 3:30
Filed under: Aliciaesmía

dignity-integrity.jpgSon muchos años de repetir las conductas aprendidas. Mis padres me enseñaron ciertas cosas, actitudes que debía tomar en situaciones donde mi educación y presencia podían meterse en aprietos. Odio la palabra dignidad. Maldigo la dignidad.

        Cuando renuncié a aquél trabajo del que les he platicado, sabía que estaba haciendo lo correcto. Nadie puede trabajar en una empresa donde los manejos de la información van por coladera, atraviesan deformes filtros y llegan hasta uno como los correctos; podía ver un memorando corrompido,  pero aceptarlo o hacerlo parte de mi rutina ¡nunca! Y al final, fue la encargada de enviar los correos quien terminó por agotar mi paciencia… como no quise que notaran el daño que me estaba haciendo ese trabajo, renuncié de manera muy propia.

 Llegando a casa destrocé almohadas y pateé sillas… solo que nadie, nadie me vio. Así como me enseñaron mis padres.

    Vivo para contabilizar los éxitos., las demoras también y cuido administrar las reacciones de una libélula… pero me creía muy fuerte.

         De cuando en cuando me da por recordar aquella oficina donde todo se hacía “con las patas” y confieso que me es difícil no añorar el café que servían en la tarde o la vista que tenía desde el escritorio. Cada vez que esto sucede, recuerdo las razones por las cuales presenté mi renuncia y me quedo tranquila; incluso a punto de llamar a recursos humanos y preguntar si tienen una vacante (podría ocupar mi tiempo libre y así recibiría dos sueldos).

 culture-of-corruption.jpg      Pero esta mañana. ¡Dios! Esta mañana… Pasé a comprar lapiceros, papel, cinta adhesiva y comida para los Alter al super mercado. Tranquila, caminaba entre los pasillos cuando me topé de frente a la encargada de los correos… la misma que derramó té hirviendo sobre mi blusa y arruinó el gusto con el que me despertaba para ir a laborar.

  what-a-bitch.jpg     Me sonrió la mujer. Yo sonreí de vuelta y al retirarme en calma, la primera palabra que me vino a la mente fue “Dignidad”. Me odié a mi misma terriblemente. Odie ser como soy, tan obediente, tan incapaz de tener un arrebato, tan dócil, tan… tan estúpida.   hate.jpg       La gente olvida muchas cosas; ahora pienso ¿acaso no habrían olvidado pronto un ataque de furia? ¿Por qué no reaccioné cuando pude? ¿Por qué no fui ordinaria entonces? ¿Por qué?

        En definitiva, no soy tan fuerte. Verla ahí, me provocó náuseas y unas agotadoras ganas de llorar. Ahora se que no podría volver a la oficina esa y tampoco podría olvidar que quemaron mi blusa justo donde tengo el corazón. Pero sobre todo… no olvidaré jamás este episodio, porque la próxima vez, juro que pierdo la dignidad. 

  

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  La contadora    



Despídete del atuendo
août 1, 2007, 2:05
Filed under: Aliciaesmía, desde luego, Gone, Lo que nunca se dijo

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“Si no hay interés, no hay interés y punto.”

 . . . . . . .  

U…u… OK. Te debió doler la cabeza Acrílica con semejante profundidad de pensamiento.

 Libertad

  

 Pues pensarás lo que quieras, pero a partir de ese momento decidí que tengo en la vida lo que necesito.

 Acrílica 

  Bueno, de alguna manera lograste estar en paz y tenías que pasar por ello; me da gusto por ti Acrílica.

 Matusalén

   ¿Gusto? Carajo, por los cielos… ¡está hablando de un vestido! No es como que tuvo una epifanía o algo así ¡es un vestido! 

Libertad 

 ¿Qué vestido? ¿Qué pasó? No entiendo… ¿era bonito el vestido?

 La de diez y tan sólo diez añitos 

  Nena, resulta que La Acrílica tenía un vestido y le quedaba muy bien, pero…

 La meserita de la post guerra 

  ¡Qué va! Me quedaba espectacular, eran sólo esos detallitos que… ni el mejor coutour pudo arreglar; lo devolví a la boutique.

 La acrílica

   Y, como era de suponerse; regresó hace poco y lo observó a través de los cristales. ¿Qué pasó después?

 Volma

  

 Ya lo dije. Si no hay interés, no hay interés y punto.

 La acrílica 

 ¡Claro! Se probó el vestido y a pesar de los famosos “detallitos”, las costuras rotas, el corte… la bruta quiso llevárselo a casa de nuevo.

 Libertad

  

  Bueno, ya no la condenes… no tanto.

 La avecilla libre

  

 Pero de acuerdo a las normas de atuendos y boutiques, le dijeron a Acrílica que regresara otro día.

  La contadora 

 ¡Ojala hubieran tenido la decencia! No me dijeron nada. Sólo se miraban los empleados, unos a otros se echaban esas miraditas de tibieza que me colmaron la paciencia. ¡Yo iba a llevarme el vestido a casa!

  La acrílica 

  Pero ¿y los detallitos? Yo recuerdo que te era muy bochornoso tener que justificar en público los ajustes constantes, decías a tus familiares y amigos que no se fijaran mucho en el corte, que la tela era buena aunque no brillara tanto. Se que sufrías, era un vestido… entre azul y medias noches ¿no?

 La rana

  

 Cierto… pues si no había interés de parte de los empleados, pues no hay interés de mi parte, ni del vestido y punto.

 Acrílica

  El personal de dicho lugar sabe algo… interesante, mmmjj. Ellos saben que el vestido no es para ti Acrílica, por eso no se esforzaron en nada. Ellos están enterados de algo que tal vez tú ni siquiera has pensado…

 Sher

  

  Sí. Como que te vas a sentir muy mal si te lo vuelves a poner y vas a estar triste y así… y que te va a dar pena decir que el vestido te queda mal y te vas a aguantar las ganas de llorar…

 La de diez y tan sólo diez añitos 

  Es cierto que Acrílica tiende a ver las cosas a barniz, pero en esta ocasión debo felicitarla por saber que ha dado un paso adelante. Utilizar la lógica, la intuición y escuchar al corazón son los recursos más nobles en la toma de decisiones.

 Matusalén

  Querida… yo he tenido roperos llenos; hasta el tope de vestidos que se han ido quedando, no porque no estén de moda, sino porque me empeñaba en entrar en ellos por más ceñidos, descocidos o incómodos que estuvieran. Ahora mejor busco las mejores pantuflas, un sombrero que no me de migraña y si en bata me siento a gusto… así salgo a la calle.

 Volma 

 Yo… mientras nadie me quite el sweater…

 La meserita de la post guerra

    

 Tú espera Acrílica, que cuando sientas que hierve la sangre y no puedes evitar una sonrisa de oreja a oreja… será porque has encontrado el atuendo ideal y tal vez entonces ni siquiera notes los “detallitos”. Simplemente será para ti.

 La avecilla libre

   

 ¡Era un pinche vestido y ya! Con una /%3·”=?@8 (… yo me largo de aquí. Ustedes y sus mendigas metáforas, ya me tienen hasta el gorro.

 Libertad 

  . . . . .  

Se fue. Mmmm… ¿alguien quiere más té? ¿Alguien?

 Sher 

. . . . . . . . . . 

Escalones http://hastadondequierallegar.wordpress.com