El sonido más hermoso que he escuchado


ALARMA
décembre 29, 2009, 5:12
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“Alarma”

    El que todo lo investiga, hoy se pregunta por qué nadie intenta dar con una pista… ¿por qué ni siquiera la Meserita de la Post Guerra trata de hallar una pista? ¿Qué a nadie le interesa conocer al asesino?

 Sher cree que toda muerte es originada por alguien externo y que por cada desvanecimiento del alma habrá que encontrar un culpable, pero ésta vez quien no puso la alarma fue Tantritas. A ella se le olvidó programar la alarma y su corazón rebotó, rebotó, rebotó como caucho y… aún no logra acomodarse.

     Las mañanas, los días y las tardes han transcurrido en silencio; llenas de óleo, acrílico y vinilo, intentando dejar el pedazo de pastel suficientemente presentable para recibir a la gente en año nuevo. Ella tiene diez y tan sólo diez añitos y no tiene osito de felpa que la acompañe… Volma piensa que con alcohol nada sentiríamos.

     De pronto, llegan a la mente de este nuestro roble casi caído una seri de recuerdos y cosas que difícilmente viviría el ser sin color que hoy quiere poblar territorio…. Estamos más que vivos. ¡Nada nos hace falta demonios! ¡Lo tenemos todo! ¡Esto es sólo un momento de iniquidad! Vaya…. Nada cómo tener música a la mano….

    Ya pusimos la alarma; por ésta vez.

Nahh… soy la mujer más estúpida del mundo.

UN MONTON DE ESTRELLAS POLO MONTAÑEZ



De nuestras patologías
décembre 16, 2009, 4:27
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“De  nuestras patologías”

Tiempo antes, antes no muy prontito como un sol mal avenido en diciembre, pero antes que ingeniáramos pintar terrazas, los alter dijeron:

“Tengo un nuevo llavero… y él sólo dijo: Quédate con la cajetilla llena”

    Vaya que es lento el sistema. Lenta es la máquina como lo ha sido mi cerebro por los últimos tiempos; bíblicamente estoy repitiendo patrones que no debería, pero a  una meserita de 34 no se le permiten mayores fantasías.

    Soy la que no publica, la que se yace en albores creyendo actuar como investigador inglés y soy la que hace mucho no paraba narices frente al sistema lento… lento cual tortuga patas rojas. Estoy esperando un tren que no tiene andén…

Cierto es que la máquina tiende a mofarse de mí y de ellos y de todo ser que labore pensamientos más allá de las doce… estamos pensando en alguien.

La edad nos trajo un millar de palabras que sólo el Ropero y la Camila podrían entender; somos casi una copia de las babas Cortazarianas (herejes y subversivas).

Queremos ir más allá de la victoria  y sin embargo hay algo que nos está deteniendo; un poema quizás… un pedazo de piel tal vez o el recuerdo de lo que intentamos ser alguna vez.

No amamos a nadie más que a nuestro cuerpo carente de juventud y al deseo imberbe de trabajar de  9 a 5 o de 8 a  10 o de siempre a siempre y volver, volver, volver… al establo de caballos grandes; febriles animales regios sanos de vida y existenciales proyectos:  Tenemos patologías.

Hace poquito, poquito despertamos recordando el sentir de aquél que no sabe nada de poemas, el que no emula tradicionales literatos cuando hay que justificar silencios y nada… nada que apenas nos armamos de valor y lo único, casi único que viene a la cabeza es el hombre que no sabe si la música hebrea es buena música para cantar o buena música para colocar una cortina.

Esta noche los brazos nos saborean de aromas antes vistos, jamás probados como alternativa y esta… esta meserita niña libélula absurda, se pregunta: ¿Estaré tan enferma como para amar a una iguana de por vida? Mmm… Qué bueno que la vida sólo nos dura cinco minutos, no más.

Canción (o De qué callada manera)

(Nicolás GuillénPablo Milanés)

¡De qué callada manera

se me adentra usted sonriendo

como si fuera

la primavera!

(Yo, muriendo.)

Y de qué modo sutil

me derramó en la camisa

todas las flores de abril.

¿Quién le dijo que yo era

risa siempre, nunca llanto,

como si fuera

la primavera?

(No soy tanto.)

En cambio, ¡qué espiritual

que usted me brinde una rosa

de su rosal principal!

¡De qué callada manera

se me adentra usted sonriendo

como si fuera

la primavera!

(Yo, muriendo.)